viernes, 4 de abril de 2008

formular proyectos de “superación académica del profesorado, actualización de contenidos, uso intensivo de tecnología, y adopción de enfoques educativos centrados en el aprendizaje.” Aún coincidiendo con el espíritu del programa, no han sido pocas las voces que, desde la academia, han hecho notar la tensión que implica sobre la autonomía académica. Se aduce, desde el gobierno, que la participación es voluntaria para las instituciones. Lo sería si el monto del subsidio ordinario fuera suficiente para estar en condiciones de elegir; pero no es el caso.
Una vertiente importante de la política de educación superior conducida por la SESIC, en coordinación con la ANUIES, es estimular la acreditación de los programas académicos como forma de demostración del grado de calidad alcanzado. Esta política se inicia en 1991 con la creación de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), y prosigue con el establecimiento, a finales de 2002, del Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, A.C. (COPAES), cuyo propósito es autorizar agencias no gubernamentales de acreditación y coordinar su trabajo. Según el Informe, el año anterior se triplicó el número de organismos acreditadotes reconocidos por el COPAES y el número de programas acreditados pasó de 123 a 260, lo que representa un incremento del 111.4 por ciento.
En cambio, la evaluación y acreditación de los programas de postgrado recae en el nuevo Padrón Nacional de Postgrado de SEP-CONACYT. No es claro porqué, para estudios profesionales, se impulsa la acreditación mediante agencias no gubernamentales y en el postgrado se afirma la instancia del Estado. Esta doble vía ha obligado a las instituciones a atender criterios de calidad que no necesariamente coinciden en sus elementos básicos de valoración.
Interrogantes
¿Cómo piensa la SEP alcanzar los niveles de cobertura programados al 2006 cuando, a medio sexenio, apenas se ha conseguido una cuarta parte del nivel esperado?
¿Por qué si la mayoría de los egresados del bachillerato prefieren las carreras universitarias se contiene la expansión de las mayores universidades públicas en favor de otras opciones?
¿Hay algún avance en materia de coordinación y normatividad de la educación media superior y superior en los sistemas público y privado del país?
Referencias
Comunicados OCE sobre Planes e informes oficiales
D.R. Observatorio Ciudadano de la Educación
Redacción: Luis A. Aguilar Sahagún, Teresa Bracho, Edgar Becerra Bertram, Daniel Cortés Vargas, María de Ibarrola, Pedro Flores Crespo, Raquel Glazman, Antonio Gómez, Gregorio Hernández, Pablo Latapí Sarre, Carlos Muñoz Izquierdo, Emma Liliana Navarrete, Roberto Rodríguez Gómez, Miguel Angel Rodríguez, Lorenza Villa Lever, y Leonel Zúñiga. Septiembre 27, 2003.
Organización y coordinación la diversidad de instituciones que participan en la enseñanza media superior constituye una ventaja que fortalece al sistema educativo. Sin embargo, en la medida en que los mecanismos de comunicación y coordinación entre ellas no son eficaces, se dificultan la planeaciòn, la evaluación, el intercambio académico, el transito de alumnos y maestros entre los diferentes niveles, regiones y modalidades educativas.
Organización y coordinación la diversidad de instituciones que participan en la enseñanza media superior constituye una ventaja que fortalece al sistema educativo. Sin embargo, en la medida en que los mecanismos de comunicación y coordinación entre ellas no son eficaces, se dificultan la planeaciòn, la evaluación, el intercambio académico, el transito de alumnos y maestros entre los diferentes niveles, regiones y modalidades educativas.
Con la creación, en 1990, de la comisión nacional para la planeaciòn y programación de la educación media superior (conppems) y después, en 1992, de la comisión nacional de educación media superior (conaems), se procuro una mayor coordinación y concertación para la atención de la demanda, la formulación de planes y programas de estudio y la evaluación.
En cada uno de los estados de la republica también se formo una comisión estatal de plantación y programación de la educación media superior (ceppems), con objeto de analizar la problemática respectiva regional y de aportar puntos de vista y soluciones en el ámbito nacional.
Asimismo, los mecanismos para orientar de manera equilibrada la demanda educativa hacia las diferentes modalidades y opciones del nivel medio superior no han sido suficientemente eficaces. Particularmente en el caso del bachillerato, la falta de coordinación entre la federación, los estados, los municipios y las instituciones ha generado conflictos que se derivan de la concentración de la demanda en algunos servicios.
Lo anterior ha contribuido también a la escasa información que se brinda a los estudiantes y egresados de secundaria acerca de las oportunidades educativas existentes en las diversas modalidades e instituciones.
Se observan marcadas diferencias en la concepción y avances de los procesos de descentralización y regionalización. En algunos casos, la normatividad central obstaculiza la coordinación regional, mientras que en otros hay demasiada laxitud y se carece de estándares que garanticen la calidad de los servicios.
la enorme variedad de planes y programas de estudio que regia en la educación media superior llevo a la secretaria de educación publica a emitir los acuerdos secretariales 71 y 77 en septiembre de 1982, con el fin de estandarizar los objetivos, estructura, contenidos y duración del ciclo del bachillerato. la sep asumió la responsabilidad de expedir los programas maestros del tronco común, pero solo algunas instituciones coordinadas por esta secretaria los acogieron, por lo cual continuaron proliferando planes y programas de estudio.
La multiplicidad de planes de estudios, en todas las modalidades vigentes, genera problemas de transito entre instituciones y niveles, por lo que, en años recientes, se planteo la necesidad de concertar un sistema de créditos y equivalencias. A la fecha, no se ha logrado tal objetivo. Ademas, dificulta el establecimiento de programas de actualización docente y el desarrollo de sistemas estandarizados de evaluación académica. Esta multiplicidad también limita la posibilidad de elaborar y transmitir, por conducto de los medios electrónicos, programas para mejorar el desempeño académico y dificulta la aplicación de normas comunes en relación con las cargas horarias mínimas.Para la formulación de un sistema nacional de equivalencias, es necesario ampliar y profundizar la evaluación

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